Requisito de que la finca hipotecada sea una vivienda
Comprar una casa con hipoteca
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Estas transacciones son extremadamente complejas y están llenas de trampas, y no pueden abordarse sin el asesoramiento de un experto. ¿Sabe cuáles son los derechos y obligaciones del vendedor y del comprador? Y, sobre todo, ¿tiene usted los conocimientos jurídicos adecuados para evitar sorpresas desagradables tanto si vende como si compra un inmueble?
Por ello, es importante acudir al notario para tomar conciencia de los escollos, tanto para el vendedor como para el comprador, que pueden acechar a una compraventa (aparentemente) trivial.
La venta de una propiedad da lugar a derechos y obligaciones para ambas partes. De hecho, a ciertos derechos de una parte contratante le corresponden obligaciones iguales de la otra parte, de modo que tanto el vendedor como el comprador se ven envueltos en un vínculo recíproco de pretensiones a satisfacer y obligaciones a cumplir.
El vendedor está obligado, en primer lugar, a entregar el bien vendido en su estado actual, libre de personas y cosas, al comprador en el momento del contrato notarial de venta, al mismo tiempo que el saldo del precio, por lo tanto.
Venta de bienes gravados con hipoteca judicial
Sin embargo, ¿qué ocurre si el deudor vende un inmueble para eludir el derecho del acreedor? El derecho del acreedor sigue a la propiedad, de modo que incluso la enajenación de la propiedad no extingue la deuda ni el derecho del acreedor a recurrir contra la parte incumplidora. Además, el primer acreedor tiene preferencia sobre los acreedores cronológicamente sucesivos. La hipoteca no sólo se ejecuta sobre bienes inmuebles; en teoría podría ejecutarse sobre cualquier tipo de activo, como coches, muebles valiosos y barcos.
Los costes de la cancelación corren a cargo del deudor. A los 94 euros de tasas e impuestos de la cancillería hay que añadir el 0,5 % calculado sobre la deuda que originó la hipoteca judicial. El tiempo para la cancelación judicial de la hipoteca es bastante largo, al menos en comparación con otros tipos de hipotecas.
Préstamo hipotecario intesa san paolo
¿Hasta qué punto se devengan intereses de demora? ¿Cuándo se aplican los intereses de demora? Como en cualquier otro préstamo, los intereses de demora se acumulan durante toda la duración del préstamo, incluido el plazo concedido por el prestamista para su devolución. Los intereses de demora pueden aplicarse en caso de incumplimiento (por ejemplo, el impago de una cuota en el caso de reembolso gradual de la parte de intereses y gastos a que se refiere el artículo 11 quaterdecies, apartado 12 bis, del Decreto Ley nº 203 de 30 de septiembre de 2005, convertido con modificaciones por la Ley nº 248 de 2 de diciembre de 2005, o tras el plazo concedido por el prestamista para el reembolso del préstamo después de la fecha de vencimiento del mismo, a que se refiere el apartado 12).
Con respecto a la definición de “bienes inmuebles” del artículo 1 del Decreto, utilizada para garantizar el PIV, se plantea la cuestión de si sólo deben considerarse los bienes inmuebles en los que el prestatario haya establecido su residencia. El artículo 1.c del Decreto establece que el inmueble a hipotecar debe ser “residencial”, lo que sugiere que el objeto de la inscripción hipotecaria sólo puede ser un inmueble con destino a vivienda civil. Sin embargo, no se especifica si el inmueble a hipotecar debe ser únicamente el inmueble en el que el prestatario tiene establecida su residencia y vive habitualmente. Por analogía con lo dispuesto en la Circular del Ministerio de Fomento nº 1820 de 23/07/1960, y con lo dispuesto en el Reglamento UE 575/2013 sobre los requisitos prudenciales de los bancos (art.4, apartado 1, número 75), debe entenderse que el inmueble puede ser utilizado como vivienda civil (sin que sea necesario que represente el inmueble en el que el prestatario vive habitualmente y tiene, por tanto, establecida su residencia). No obstante, a este respecto, deben cumplirse los requisitos/comportamientos establecidos en el apartado 1 del artículo 3 del Decreto para evitar que se produzcan hechos que den lugar a la amortización anticipada del préstamo.
Préstamo hipotecario
Las prohibiciones de cesión, arrendamiento y atribución en cualquier forma del disfrute del derecho o de la propiedad a terceros pertenecen a la Ordenanza, dado el claro tenor del artículo 1024 del Código Civil.
Sin embargo, la aceptación de una interpretación de las prohibiciones en sentido absoluto, basada en la mera letra de la norma citada y conectada al carácter estrictamente personal del derecho (como sostiene la doctrina), podría constituir un dogma doctrinal cuyo fundamento podría, tras un examen más detallado, ser cuestionado.
Igualmente, debe considerarse legítima la escritura por la que se adquiere la vivienda por otra persona, si en ella participan conjuntamente el propietario y el titular del derecho de habitación, ya que la propia escritura podría configurarse como la constitución por el propietario de un nuevo derecho de habitación a favor del tercero, y la contextual renuncia implícita a su propio derecho por parte del actual habitante>>.
Las prohibiciones de cesión, arrendamiento y atribución en cualquier forma del disfrute del derecho o de la propiedad a terceros pertenecen a la Ordenanza, dado el claro tenor del artículo 1024 del Código Civil.