Cómo se llama la finca de la pantoja
Manolete
Tras el descubrimiento del Estrecho de Magallanes, los colonos y agricultores europeos llegaron a Tierra del Fuego y exterminaron a los indígenas selknam. Considerados extintos por los libros de historia y las leyes de los vencedores, los supervivientes reivindicaron su existencia y hoy luchan por ser reconocidos.
Cientos de años después de Fernando de Magallanes, en el siglo XIX, llegarían aquí otros europeos y sus descendientes. Esta vez, con la intención de quedarse. Eran agricultores y trajeron consigo la tecnología de la domesticación de plantas y animales, así como la compañía de los misioneros salesianos. Los extranjeros encontraron grupos de cazadores-recolectores que llevaban una vida nómada en aquella tierra salvaje e inhóspita, marcada por veranos cortos e inviernos largos.
Mucho antes de que Tierra del Fuego se dividiera entre Argentina y Chile (resultado de un tratado firmado en 1881), muchos aventureros intentaron ocupar Karukinka. Al principio iban en busca de oro. Trajeron consigo bacterias que causaron epidemias de tuberculosis, sífilis y diversas infecciones respiratorias, las mismas armas bacteriológicas que afectaron y diezmaron a otras poblaciones nativas. Fue el principio del fin.
El grandísimo torero
Nos encontramos en la Amazonia peruana, en la parte alta del río Amazonas, un río excesivo (se le llama nuestro río-mar) que fluye a través de una naturaleza colorida y tórrida. El calor tropical induce apetitos sexuales excesivos en los soldados allí destacados, que se desahogan en repetidas violencias contra la población femenina local. La cúpula militar debe remediar la situación y establece extraoficialmente un cuerpo de prostitutas dedicadas a satisfacer la furia de la tropa.
Con el debido respeto a Vargas Llosa, esto no despertó en mí ningún escalofrío de éxtasis literario. Me arrancó unas cuantas sonrisas, me causó unas cuantas perplejidades en la construcción de los diálogos plurivocales, pluritemáticos, incluso me aburrió con las comunicaciones oficiales entre varias ramas del ejército. Mi limitación, ciertamente, pero no creo que lea más de Vargas Llosa.
Con todos los respetos a Vargas Llosa, no despertó en mí ningún escalofrío de éxtasis literario. Me arrancó algunas sonrisas, me causó cierta perplejidad en la construcción de los diálogos plurivocales, pluritemáticos, incluso me aburrió con las comunicaciones oficiales entre varias ramas del ejército. Mi limitación, ciertamente, pero no creo que lea más de Vargas Llosa.
Toreros muertos wikipedia
Es un poco complicado de explicar pero realmente merece la pena hablar de ello, así que prepárense con paciencia y concentración porque estamos ante una nueva tendencia mediática muy interesante que me hace reír a carcajadas: el cotilleo sistemático y compulsivo sobre los difuntos. Es la nueva frontera del cotilleo y, evidentemente, ¿a quién más que a los españoles se le podía ocurrir?
Entrevista a un paparazzo amenazado de muerte por Sánchez. Tenía fotos de ella sin el pelo de la quimio. De hecho al parecer los hubo y también recuerdan que dijo que tenía piojos (hasta el final nunca admitió el cáncer). Llama al paparazzo y le dice: ‘En España cuesta muy poco que maten a una persona’.
Por favor la Pantoja es una folclórica, que vive más de sus romances que de su música. Y MINA es la quinta esencia de la música en Italia. Yo la descubri con una album del 2002 titulado Veleno, una obra maestra apartir de ahy quede enamorado por la personalidad de esta mujer.
El torero manolito
A partir de la década de 1920, la profesionalización y el prestigio del flamenco permitieron a los artistas actuar en lugares más prestigiosos, como los teatros, lo que provocó la desaparición progresiva de estos locales emblemáticos.
Cansado de la disciplina y los horarios, ‘El Guiza’ bailaba sin ataduras y se movía donde sentía que habría una buena propina. Esta bailarina fusionó los pasos del folclore ruso con la bulería, dando como resultado una danza poco ortodoxa que hizo temblar a muchos espectadores que presumían de conocedores.